En sueños todavía me visita...
Me mostró una herida
que no dejaba de sangrar
lado izquierdo de su pecho
como botón de rosa abriéndose al mundo
como canto de sirenas
invitando a perderse en espuma
en lento delirio
en bocanadas de humos nocivos
de orgasmos compactados
quise saborear ese néctar embriagante
pero cuando arranque esa flor
tenia un fuerte sabor a tierra
de cementerio